jueves, 5 de junio de 2008

POR UN TREN DIGNO PARA TODOS


POR LA ANULACIÓN DE LAS CONCESIONES
POR FERROCARRILES DEL ESTADO CON GESTIÓN OBRERA Y CONTROL POPULAR
POR LA RECONSTRUCCIÓN DEL SISTEMA FERROVIARIO NACIONAL Y ESTATAL
POR LA ANULACIÓN DEL PROYECTO DEL “TREN BALA”

ACTO / VIERNES 18 HS. - PLAZA CONSTITUCIÓN

Al mismo tiempo que miles de argentinos viajamos como ganado, al mismo tiempo que todos los días hay accidentes y demoras en los trenes, al mismo tiempo que las vías de la ya disminuida red ferroviaria se deterioran, al mismo tiempo que el parque rodante está a la miseria, la Presidente Cristina Kirchner anuncia que el Estado se seguirá endeudando para construir un tren bala, a la vez que sigue con la política de subsidios millonarios a los monopolios privados parásitos que hoy manejan los trenes.
Toda esta situación oprobiosa constituye una provocación que, como ocurrió el año pasado en la Estación Constitución y en el 2005 en Haedo, justamente en el día de ayer, miércoles 4 de junio, provocó un desborde de ira en los pasajeros en la Estación Temperley de la línea Roca.
La destrucción de “Ferrocarriles Argentinos” (el nombre que tenían cuando eran enteramente del Estado) es un plan que el Imperio viene llevando a cabo desde la “Fusiladora” (tal como el pueblo argentino llamó a la dictadura que derrocó al gobierno constitucional del Perón, en 1955). Arturo Frondizi quiso instrumentar el “Plan Larkin” (denominado así por el nombre de un funcionario del Banco Mundial, entidad que lo pergeñó e impulsó), plan que fue frenado por las masivas luchas de los trabajadores ferroviarios, que fueron duramente reprimidos por el “estadista” Frondizi (porque así lo denominan los periodistas cipayos), con cientos de detenidos. El trabajo sucio llevado a cabo por la sucesivas dictaduras fue complementado por “demócratas” como Menem y De la Rúa. Es Menem el apátrida mayor que (como lo hiciera el “desarrollista” Frondizi en su momento) debe enfrentar una gran lucha de los trabajadores ferroviarios contra su plan de privatización de los trenes. Es famosa su frase contra los trabajadores y la Nación toda: “ramal que para, ramal que cierra”, y así cerró cerca del 80 % de la red del ferrocarril, en otra manifestación más del incalculable daño que este traidor le hizo a nuestra Argentina.
Hoy llegaron los Kirchner a la presidencia del país y entraron con un discurso nacionalista, pero en realidad lo que hicieron fue dar continuidad a la política privatista de Menem y De la Rúa. La campaña mediática de los 80 y 90 hacía eje en que toda empresa del Estado es nociva, utilizando, por ejemplo, los 222 millones de dólares de la “pérdida” (que en realidad no es “pérdida” debido a la función de comunicación e integración territorial que tiene el Ferrocarril) que daban los trenes en el año 1988, cuando Ferrocarriles Argentinos tenía aproximadamente 100 mil trabajadores y 35 mil km. de vías en buenas condiciones. En el año 2007 los concesionarios de trenes y subtes del área metropolitana recibieron subsidios por jugosos 730 millones de dólares, con la diferencia de que hoy hay, en todo el país, operables sólo 8 mil km. de vías y empleados 15 mil trabajadores. Hay que hacer la cuenta: hoy a los concesionarios les dan (como mínimo) 3,28 veces más plata, tienen 6,67 veces menos trabajadores y operan 4,375 veces menos longitud de vías. En el ’88 la relación era de 2,22 millones de dólares por cada mil trabajadores y de 6,35 millones de dólares por cada mil kilómetros de vías. Hoy el subsidio es, por lo menos (porque sólo dimos los datos de los subsidios para el área metropolitana), de 48,67 millones de dólares por cada mil trabajadores y de 91,25 millones de dólares por cada mil kilómetros de vías. Hoy no hay ningún Grondona ni Neustadt que denuncien la increíble ineficiencia de la “iniciativa” privada, ineficiencia protegida por este gobierno cuyo plan es salvar estos “capitalistas”, rentistas que usan la pantalla del tren para afanarnos a cuatro manos.
Ahora, a todo esto, se suma el megaproyecto del Tren Bala, que está dentro de la misma filosofía que dispendia los dineros públicos y beneficia a unos pocos en contra de todo el pueblo. El Tren Bala costará aproximadamente 5.000 millones de dólares, sólo se construirán 1.000 kilómetros de vías y se comunicarán 4 ciudades, endeudando aún más al Estado y generando dependencia con la exclusiva tecnología francesa, además de que el pasaje será carísimo y sólo podrán usarlo los privilegiados. Con 3100 millones de dólares bien invertidos, el proyecto Tren para Todos calculó que se podrán reconstruir a nuevo 18.000 kilómetros de vías, comunicar cientos de pueblos argentinos, revitalizar la industria y la tecnología ferroviarias nacionales y renovar el parque tractor y rodante.
Por todo esto, las organizaciones abajo firmantes realizaremos un acto en Constitución y participaremos de la campaña de recolección de firmas impulsada por el proyecto Tren para Todos (wwww.trenparatodos.com.ar) donde exigiremos:
-la anulación de estas concesiones.
-la gestión obrera de los Ferrocarriles del Estado.
-el control popular de los mismos
y, tal como lo establece el petitorio:
-la reconstrucción del sistema ferroviario nacional y estatal.
-la anulación del proyecto del “tren bala”.

LA SOBERANÍA SE EJERCE LUCHANDO
SÚMESE Y PARTICIPE

MILITANCIA GUEVARISTA – MOV. “NUEVA DEMOCRACIA” – MTR – MTR “LA DIGNIDAD” – M-IR – RESISTENCIA LAUTARO

Tels. (011) 15 6568-4618 / (011) 15 6336-3665