lunes, 3 de marzo de 2008

RAÚL REYES VIVE EN LA RESISTENCIA





Resistencia Lautaro expresa su pesar por el asesinato del Comandante de las FARC, Raúl Reyes, de su camarada Julián Conrado, cantautor popular y patriota guerrillero y de los 16 combatientes abatidos con ellos cuando fuera bombardeado su campamento al sur del río Putumayo, en territorio ecuatoriano. De la misma forma como Israel asesinara en un atentado en Siria al comandante de Hizbulá, Hag Imad Mganiya, hoy el Ejército y la Fuerza Aérea de Colombia hacen lo mismo para poder matar a Reyes: actuar en otros países ajenos a donde se produce la guerra.
La sangre de Raúl Reyes y de los que con él cayeron demuestra, con su martirio, quien dice la verdad y quien miente. Demuestra que el primer intento de liberacion de Consuelo González y Clara Rojas fue frustrado por Uribe en su afán de asesinar a los líderes populares, y demuestra cuánto riesgo empeñaron las FARC para cumplir su palabra en estos momentos en que son liberados cuatro ex congresistas que estaban prisioneros.
Quienes no quieren la paz sino la guerra no son los combatientes de la resistencia antiimperialista sino el mismo Imperio y las oligarquías, que han hecho fracasar desde hace años el intercambio de prisioneros de guerra y que se niegan a reconocer a las FARC y el ELN como fuerzas beligerantes, paso necesario para poder llevar a cabo el diálogo que posibilite la solución del conflicto. Mal pueden querer diálogo quienes son la causa de la guerra. Quienes son los terroristas no son los que enfrentan valientemente la violencia y el mal que siembra el Imperio con su presencia, sino los desnaturalizados sin patria, ni familia, ni honor, los mercenarios que sólo persiguen la ventaja contra su prójimo, los amorales que sólo corren detrás del dinero.
Claramente se ve que el Imperio está jugando sus cartas pateando el tablero una y otra vez: en Kosovo, en Palestina, en Irak, contra Hizbulá o contra las FARC, contra Chávez o contra Rusia, contra Irán o contra Cuba...
Quienes son los instrumentos de la cultura de la muerte tienen la ilusión de vencer. Pero como sucediera con los nazis que comenzaron la segunda guerra mundial con sus exitosas operaciones relámpago y sus espectaculares invasiones, éstos también culminarán su obra en un búnker huyendo de la ira de los pueblos, pero no luego de haber conducido campañas militares fulminantes sino con desastres inmediatos y frecuentes.
Como expresara Hasan Nasralá en su discurso del 14 de febrero pasado: "les digo al amigo y al enemigo que no habrá debilidad ni desperfecto en el corpus de la resistencia o en sus filas, los hermanos de Imad Mganiya continuarán su camino, su proyecto y su lucha sagrada, por tanto su sangre hará el mismo efecto que la sangre de Sayed Abbas en el pasado, pues el israelí no sabe del efecto que generó la sangre de Sayed Abas en Hizbulá, y cuánta unidad emotiva y espiritual infundió dentro de Hizbulá, ni qué fueron las grandes motivaciones que relanzó dentro de la resistencia".
Como se expresara en la proclama de la Coordinadora Continental Bolivariana en su II Congreso que culminó en Quito, Ecuador, este 29 de febrero y al cual Reyes en persona dirigiera un último mensaje de aliento y de respaldo en las vísperas de lo que sería su heroica caída: "la guerra global, la guerra infinita, desplegada en zonas de gran importancia estratégica y de valiosos recursos naturales, que amenaza extenderse a Irán, Siria, al Norte de Suramérica e incluso a China e India, será enfrentada por la CCB asumiendo la defensa del derecho de la humanidad a una paz digna".
En Quito nació de la CCB el Movimiento Continental Bolivariano. Nuevos ríos de resistencia nacen alimentados del sacrificio de los que luchan. Nueva unidad emotiva y espiritual surge del ejemplo de los mejores.

¡RAÚL REYES VIVE EN LA RESISTENCIA!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

¡UNIDAD CONTRA EL IMPERIALISMO!


Enlace para leer la proclama completa del II Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana: http://www.abpnoticias.com/boletin_temporal/contenido/articulos/ccb_congreso_proclama.html